Deletrando el Sol: una noche cautivante con Adrián Gil en Querétaro
Por: Fermín Romero de Torres
El pasado sábado 20 de enero, el Centro Cultural El Árbol en Querétaro se transformó en un santuario poético, donde las notas de la guitarra y la voz única de Adrián Gil “El Tigre” nos llevaron a un viaje íntimo a través de la esencia pura de la poesía.
En una velada que quedará grabada en la memoria de todos los presentes, este poeta-cantante nos regaló una experiencia única e inolvidable.
El escenario, iluminado por un par de luces tenues y rodeado de la atmósfera acogedora y característica del Centro Cultural El Árbol, crearon el ambiente perfecto para la magia que estaba por desplegarse: con apenas su guitarra y su voz, El Tigre se adentró en las profundidades de su obra.
La noche comenzó con el poema Tu Trampa, seguido por la cautivadora interpretación de Poema que se asfixia, y desde ese momento, el público quedó envuelto en un embrujo poético que duraría toda la velada.
Con 21 canciones cuidadosamente seleccionadas, entre las que destacaron Declaración de guerra, De la nube al infierno, No busques puertas, Buscándote, Y ahora a vivir, Paisaje de invierno y Niña deja el corazón entre otras —cada una de ellas una joya literaria en sí misma — el concierto fue un viaje a través de las palabras, las emociones y las melodías.
Adrián Gil no solo deleitó a la audiencia con su música, sino que también compartió intervenciones poéticas que agregaron capas de significado a cada canción. Entre las notas de la guitarra resonaban las palabras, cuidadosamente seleccionadas para pintar paisajes emocionalmente surrealistas y despertar los sentidos de todos los presentes.
La conexión entre el artista y el público fue palpable, creando una atmósfera íntima y mágica. La audiencia, entregada a la experiencia, se sumergió en cada verso, en cada acorde, como si estuvieran participando en un rito poético colectivo.
La sorpresa llegó cuando El Tigre, generoso como siempre, invitó al escenario al cantautor queretano Luis Odriozola, artista que compartió con el público tres de sus más emblemáticas canciones, aportando su granito de arena a una noche repleta de metáforas envueltas en melodías.
“Deletrando el Sol” no solo es un título para el último trabajo de Adrián, sino una metáfora perfecta para describir la experiencia que vivimos esa noche. Fue como desentrañar la esencia misma de la luz y la vida a través de las letras y la música.
Al final de Sirena, la última canción, el aplauso resonó en el Centro Cultural El Árbol, pero la magia del momento persistió en el aire.
Adrián Gil “El Tigre” llevó a todos los presentes a un lugar especial, donde las palabras y la música convergen para crear algo más grande que la suma de sus partes. Fue una noche que recordaremos por mucho tiempo, una experiencia que nos recordó la capacidad transformadora de la música y la palabra cuando se entrelazan con maestría. ¿Quién hubiera pensado que deletrear el sol sería tan emocionante y revelador?
Si tienes la oportunidad de asistir a un concierto de Adrián Gil o de Luis Odriozola no dudes en hacerlo. Te espera una experiencia poética que trasciende el tiempo y el espacio.
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