Pájaro Sauce: Cuando la música trasciende al sonido y se convierte en experiencia visual.
¿Alguna vez te has preguntado cómo “suena” la música para quien no puede escucharla? ¿Cómo se siente ese pulso, esa emoción, ese lenguaje universal que conecta almas? Pájaro Sauce, ese inquieto dúo del indie pop mexicano, parece tener algunas respuestas que compartir, y lo harán este 11 de abril en uno de los espacios culturales más emblemáticos de la capital.
La música que se ve, se siente y se vive
Con el evocador título de “Música que se ve”, Pájaro Sauce llevará su propuesta a la Librería Mauricio Achar – Gandhi, en el corazón de Coyoacán. No es casualidad que hayan elegido un templo de las palabras para presentar un espectáculo que busca trascender las barreras del lenguaje convencional y explorar nuevas formas de comunicación artística.
Lo que hace especial esta presentación —además del ecléctico sonido del dúo que fusiona folk melancólico con guitarras eléctricas, piano y hasta juguetes musicales— es su interpretación simultánea en Lengua de Señas Mexicana (LSM). Un gesto que va mucho más allá de la inclusión: es una declaración de principios sobre cómo debería ser la música, un arte verdaderamente universal.
Alondra y Anel: las arquitectas del vuelo
Detrás de Pájaro Sauce se encuentran dos mentes inquietas: Alondra Montero-González, quien asume la voz, el performance y el acto en vivo, y Anel Saucedo, encargada de la composición, arreglos y producción. Este dúo demuestra que la música contemporánea puede ser experimental sin perder emotividad, incluyente sin sacrificar personalidad artística.
Lo que comenzó como un proyecto musical ha evolucionado hacia una experiencia multisensorial donde las fronteras entre lo auditivo y lo visual se difuminan. Sus presentaciones no son solo conciertos: son rituales donde la naturaleza, representada por aves y árboles, dialoga con elementos de danza, performance y artes plásticas.
Un bosque musical que crece
El compromiso de Pájaro Sauce con la comunidad sorda no es improvisado ni superficial. El grupo cuenta con su propia intérprete de LSM y actualmente prepara su primer videoclip específicamente dirigido a la comunidad sorda. Un paso más en este camino de crear puentes donde tradicionalmente ha habido abismos.
Tras su presentación en la Gandhi, el dúo llevará su propuesta al Festival Equinoccio en Tulancingo, Hidalgo, presentándose el domingo 13 de abril en la Velaria del Jardín La Floresta. Una oportunidad más para experimentar cómo la música puede ser mucho más que sonido: puede ser vibración, movimiento, color y emoción pura.
Más allá del silencio
En estos días donde la música a menudo se consume de forma acelerada y desechable, proyectos como Pájaro Sauce nos regalan el poder transformador del arte cuando se crea desde la honestidad y con propósito. Su apuesta por integrar a la comunidad sorda en la experiencia musical no es solo un acto de responsabilidad social, es también una exploración artística que enriquece su propuesta.
Quizás lo más revolucionario de su planteamiento es que nos invita a todos —incluso a quienes podemos oír— a experimentar la música de manera más completa, más sensorial. A entender que las canciones no solo se escuchan: también se ven, se sienten y se viven.
Si buscas una experiencia musical que desafíe tus sentidos y expanda tu concepción del arte, la cita es este viernes 11 de abril a las 20 horas en el Foro Expresarte. Porque como sugiere el nombre de este dúo, hay música que, como los pájaros, está hecha para volar, y como los sauces, tiene raíces profundas que se extienden hacia territorios inexplorados.
Sigue a Pájaro Sauce en redes sociales y visita su sitio web: pajarosauce.com