Ángel Terán: Un Sueño Cumplido y un Camino por Recorrer en la Música
Cumplir un sueño es un sentimiento indescriptible, y hoy, al haberme graduado del Taller de Composición de la Sociedad de Autores y Compositores de México, me encuentro en un momento de profunda reflexión y emoción. Quizá aún no he tenido el tiempo suficiente para procesar todo lo vivido, pero es en este preciso instante cuando me doy cuenta de lo afortunado que soy de haber formado parte de este mundo tan lleno de amor, de haber conocido a personas con las que comparto la misma pasión, y de haber aprendido la historia que yace detrás de cada canción que hemos compuesto.
Es como si, de repente, todo lo que he soñado se volviera tangible, como si cada acorde, cada letra, cobrara vida en mis manos. Y sí, este sentimiento es realmente inmenso. Es un bendito recordatorio de que el sueño que durante tanto tiempo he anhelado, poco a poco, se ha convertido en mi camino de vida.
Alguien podría decir que extrañará el curso, y podría parecer lógico pensar así. Pero, ¿Cómo podría extrañar algo que no se va? El TCSACM no es simplemente un curso o un taller que termina; es una experiencia que se queda en el alma. Sé que el TCSACM no se va, porque el TCSACM somos todos nosotros, cada uno de los que compartimos esta etapa. Aquí seguiremos, unidos por este vínculo que hemos creado, siendo una gran familia, una Tribu.
Este camino no termina aquí; recién comienza, y lo recorro con el corazón lleno de gratitud, llevando conmigo todo lo aprendido, todas las canciones, todas las amistades y, sobre todo, el amor por la música que ha crecido en cada uno de nosotros.
Al cerrar este capítulo, no puedo evitar pensar en todas las veces que imaginé este momento. Sin embargo, nada se compara con la realidad de haberlo vivido. La música me ha enseñado que los sueños no solo se cumplen, sino que también se transforman en oportunidades para crecer, aprender y conectar con los demás de una manera profunda y auténtica. Este taller me dio más que herramientas técnicas; me ofreció una visión, una familia y un propósito renovado.
Y ahora, con esta fuerza renovada, me lanzo a la siguiente etapa de mi vida, con la certeza de que no estoy solo. Llevo conmigo cada enseñanza, cada acorde, y cada palabra de aliento de quienes me han acompañado en este viaje. Mi gratitud es infinita, y mi determinación, inquebrantable. La música seguirá siendo mi guía, y el TCSACM, un hogar al que siempre podré regresar.
Ángel Terán