Gustavo Almeida: Del campo de fútbol al pentagrama
El cantautor brasileño-español presenta “Vértice”, un disco que conecta dos mundos, dos culturas y dos pasiones
La vida de Gustavo Almeida es una historia de transformaciones, de pasiones que se suceden y de talentos que encuentran su momento. Nacido en Río de Janeiro un 14 de febrero de 1978, este artista ha construido una carrera musical sobre los cimientos de una experiencia vital única: la de quien dejó los campos de fútbol para conquistar los escenarios.
De los goles a las canciones
Hasta los 18 años, la vida de Gustavo transcurrió entre el ritmo de los partidos, la armonía de un equipo y el estribillo de los goles. Su carrera como futbolista profesional lo llevó por clubes como el Vasco da Gama de Brasil y el filial del Celta de Vigo, manteniendo esa disciplina hasta 2002. Pero había otra vocación esperando su turno, una herencia musical que probablemente recibió de su madre, la reconocida cantante brasileña Ellen de Lima.
El giro hacia la música no fue abrupto sino gradual. Comenzó versionando a sus artistas favoritos —Caetano Veloso, Djavan, Gilberto Gil, Jorge Drexler, Silvio Rodríguez— hasta que en 2005 decidió escribir su propia historia con el álbum “Por si me escuchan”. Le siguieron “Cabaña” (2008) y “Desde el coche” (2014), consolidando una trayectoria que hoy encuentra su punto más maduro.
“Vértice”: El encuentro de dos mundos
Su más reciente trabajo, “Vértice”, es más que un disco: es un disco-libro que funciona como metáfora perfecta de su propia experiencia vital. “Una vida dividida en dos partes”, como él mismo la describe: infancia y adolescencia en Brasil, edad adulta en Europa, específicamente afincado en Pontevedra.
El álbum, compuesto por doce temas, es precisamente eso que su título sugiere: el punto de encuentro entre lo absorbido en la primera parte de su vida y todo lo aprendido a partir de su llegada a España. Musicalmente, “Vértice” fusiona el pop más sofisticado, el funk y la música de autor brasileña, creando un sonido que es coherente con su trayectoria pero que alcanza nuevas alturas.
Una producción de lujo
La grabación de “Vértice” estuvo bajo la dirección de Nacho Mañó, reconocido productor que ha trabajado con artistas de la talla de Alejandro Sanz, Niña Pastori, Armando Manzanero y Presuntos Implicados. Para Mañó, trabajar con Gustavo representó un reto particular: “Mi reto como productor era respetar ambas cosas —sus raíces brasileñas y su crecimiento como cantautor español— y reunirlas naturalmente, como él las siente, en un contexto contemporáneo”.
El productor no esconde su admiración: “Gustavo me encantó desde la primera vez que lo escuché en vivo. Entendí que tenía ante mí a un artista con una singularidad irrepetible. Su cultura como músico brasileño y su crecimiento como cantautor en el ambiente español generaba un fruto único”.
Un objeto artístico integral
“Vértice” trasciende el concepto tradicional de álbum para convertirse en una experiencia artística completa. El diseñador gráfico argentino Martín Acosta ha logrado reflejar visualmente ese encuentro entre las dos mitades de la vida de Gustavo, mientras que el disco incluye elementos que lo convierten en un objeto de colección: un prólogo del músico Alberto Rayco, un texto del escritor Jaime Millás que juega con los títulos de las canciones, la historia personal de Gustavo escrita de su puño y letra, y como detalle especial para los guitarristas, el cifrado completo de todas las canciones.
Un artista en su punto de madurez
Con cuatro álbumes en su haber y una propuesta que combina rock, funk y reggae con aires frescos y divertidos, Gustavo Almeida se presenta como un artista versátil cuyo directo es descrito como “realista, romántico y versátil”. Su música habla de experiencias universales desde la perspectiva única de quien ha vivido entre dos continentes, dos culturas y dos pasiones aparentemente opuestas pero que, en su caso, se complementan perfectamente.
La grabación de “Vértice” se realizó en los Estudios Lalal de Valencia, con un equipo técnico de primer nivel que incluye a músicos como Pau Chafer en pianos, Iván y Pablo Cebrián en guitarras, y Raquel Piñango y Sergio León en coros, entre otros.
Gustavo Almeida demuestra con “Vértice” que las mejores obras artísticas nacen cuando se abrazan todas las influencias que nos han formado, cuando se acepta la complejidad de nuestras identidades múltiples y se convierte esa riqueza en música que trasciende fronteras y géneros.
Visita su sitio web y redes sociales: gustavoalmeida.com
