“Mi propia manera”: Un himno íntimo y colectivo sobre la maternidad
El 18 de julio de 2025 llegó como un regalo para quienes creemos en la música como espejo de las verdades más profundas. “Mi propia manera”, la colaboración entre Andrea Labrave y Mariana Santiago, un abrazo sonoro para todas las madres que navegan entre la luz y la sombra de la crianza. Y hoy, desde este espacio que celebra el arte con conciencia social, quiero contarles por qué este tema me estrujó el corazón.
La canción que faltaba
Desde los primeros acordes en clave de balada-bossa, la producción de Pablo Rivera envuelve con calidez un mensaje urgente: la maternidad no es un relato único. Andrea y Mariana —dos voces emblemáticas de la escena independiente— tejen con honestidad brutal un diálogo sobre ese “querer imperfecto” que define a todo proceso humano. “No hay fórmulas”, parecen susurrar, mientras la instrumentación las acompaña sin opacarlas, como ese apoyo silencioso que toda madre necesita.
Fernando Torres en la mezcla logra algo mágico: que escuchemos a estas dos mujeres desde adentro. Los matices de sus voces —Andrea con su folk latino lleno de raíces, Mariana con su bagaje transatlántico— se funden en un coro que podría ser el de cualquier mujer a las 3 a.m., preguntándose si lo está haciendo bien.
Lo que no se nombraba (y ellas lo hicieron)
Como colaborador de Zona Acústica, recibo decenas de lanzamientos al mes, pero pocos me obligan a pausar todo como lo hizo este. Quizá porque, como bien dicen las artistas, la canción nació de “hablar de lo que no se ve a simple vista”. En un mundo de discursos edulcorados sobre la maternidad, ellas se atreven a mostrar la dualidad: el agotamiento y la ternura, la duda y la certeza, ese amor que “no tiene fin pero sí cicatrices”.
Es significativo que ambas —una psicóloga y una arte-terapeuta— elijan un lenguaje sencillo para hablar de algo complejo. No hay metáforas rebuscadas aquí; hay versos como “te enseño a volar mientras aprendo a soltar” que resuenan como un eco universal. Y es ahí donde la canción trasciende: no es su historia, es nuestra historia.
El mensaje tras las notas
Más allá de su belleza melódica, “Mi propia manera” refuerza el poder de la música independiente para sanar fracturas sociales. Andrea y Mariana —ambas parte del coro feminista El Palomar— usan su arte para normalizar conversaciones pendientes: la culpa, la autonomía, el derecho a equivocarse. En una industria obsesionada con el hit comercial, ellas priorizan el impacto emocional.
Hoy, cuando presionamos replay, no solo celebramos un lanzamiento impecable. Agradecemos que existan artistas dispuestas a convertir sus vulnerabilidades en canciones que nos abrigan. Porque, al final, esta balada es eso: un recordatorio de que el amor maternal —en toda su diversidad— siempre encuentra su propia manera de florecer.
Escúchenla en plataformas y déjense atravesar por su verdad.
¿Ya la escucharon? Cuéntenos en comentarios cómo resonó en ustedes esta joya de Labrave y Santiago. Y no olviden seguir su trayectoria: Andrea prepara su segundo EP y Mariana estrenará pronto su producción ganadora de la beca Nimbee.
