No temas a la competencia, tenle miedo a tu falta de habilidades
Ser competente o incompetente en el ámbito de los artistas trasciende la mera definición teórica de estos términos. Algunos proclaman ser exitosos, competitivos y generadores de valor en su entorno artístico porque han logrado cierto reconocimiento, tienen seguidores y se consideran únicos en su estilo. Sin embargo, existe un aspecto crucial que a menudo se pasa por alto o se utiliza estratégicamente para mantener una apariencia de supremacía en el mundo artístico independiente.
¿Cómo saber si eres o no competitivo en la escena independiente si no tienes artistas con los cuales compararte? La comparación es esencial para evaluar la calidad y originalidad de tu trabajo. No sabrás si tu propuesta artística destaca si no hay otros artistas independientes con los cuales medirte y demostrar, a través de resultados tangibles, que eres competente en un entorno de igualdad de condiciones.
Quien le teme a la competencia demuestra su incompetencia. Ignora las posibilidades que podrían surgir al enfrentarse a otros artistas en un mercado donde la interacción y la competencia impulsan la mejora continua. Esta característica define si un artista es o no competente en su labor creativa.
Ejemplo: La música de Juan es la más popular en su círculo artístico local, siempre tiene seguidores en sus conciertos y sus obras reciben elogios constantes. Sin embargo, hay un detalle: Juan es el único artista independiente en su área.
Nadie más ha tomado el riesgo de emprender en el mismo campo artístico que Juan, considerándolo invencible en su singularidad. Pero lo que sus seguidores no consideran es que, al no tener competencia, pueden estar limitados en su elección de propuestas artísticas y en la oportunidad de explorar nuevas experiencias musicales.
Según el mundo independiente del arte, incompetente se refiere al artista que no tiene la capacidad suficiente para destacar en su campo, especialmente en un mercado competitivo. El artista competente no teme a la competencia, sino que la ve como una oportunidad para crecer y evolucionar creativamente. Ser incompetente, por otro lado, indica una falta de eficacia del artista frente a su universo artístico, lo cual puede manifestarse en diversos aspectos, desde la incapacidad para destacar en un mercado competitivo hasta la falta de versatilidad creativa.