Ricardo Montes en Albanta: Una Noche de Música y Sabores
Llegamos a Albanta Café Bar con la emoción palpable en el ambiente. El lugar, conocido por su cálido y acogedor entorno, estaba lleno, con cada asiento ocupado por un público expectante para disfrutar de una noche mágica con Ricardo Montes. Desde el momento en que tomamos asiento, la noche prometía ser especial.
Antes de que comenzara el concierto, decidimos probar la oferta gastronómica del lugar. Albanta no solo es conocido por su buena música, sino también por su excelente cocina. Nos pedimos un Plato coincidir, una Baguette Santa Clara y una Pasta Pomodor que resultaron ser una delicia, acompañados de una copa de vino de la casa, todo estaba simplemente exquisito. A menudo, en otros foros, la oferta gastronómica es limitada, pero en Albanta, la comida es tan rica y sabrosa como la música que llena el lugar. El servicio fue de primera y el ambiente cálido nos hizo sentir como en casa.
Cuando Ricardo Montes subió al escenario, el público estalló en aplausos. Con su guitarra en mano y una sonrisa sincera, Ricardo comenzó un viaje musical por sus conmovedoras y únicas historias. Canciones como “Si te quedas”, “De luz y Sol”, “Esa Mujer”, “Bésame”, “Adentro”, “Colibrí” y “Caminaré” resonaron en el aire, cada una más emotiva que la anterior. La sorpresa de la noche fue “Luna Luz”, un tema que nos transportó a las playas cariocas de Brasil, escrito en portugués y español, que arrancó suspiros y aplausos del público.
Durante las tres horas de concierto, las emociones fluctuaron entre lo sublime y lo conmovedor, con cada canción creando una atmósfera íntima y mágica. Ricardo no estuvo solo; el poeta y compañero de aventuras Noel Salinas deleitó al público con sus poemas, y el percusionista Cristofer Gómez añadió un toque rítmico y vibrante a la velada.
El tiempo voló y cuando el concierto llegó a su fin, nos quedamos con un gran sabor de boca. No solo por la música y las letras de Ricardo Montes, sino por todo el conjunto: el ambiente acogedor de Albanta, la excelente calidad del sonido, y una deliciosa carta que complementó la experiencia perfectamente. Agradecemos al equipo de Albanta por su atención impecable y por crear un espacio donde la buena música y la buena comida se encuentran de manera tan armoniosa.
En definitiva, fue una noche para recordar. Ricardo Montes sigue regalándonos grandes canciones que vale la pena seguir, y Albanta Café Bar se consolida como un lugar donde cada visita se convierte en una experiencia única y memorable.