Charla Íntima con Edel Juárez: Poesía, Comunidad y Desafíos Modernos
En una tarde calurosa y soleada, nos encontramos en Cuernavaca, Morelos, en la casa de Edel Juárez. La tranquilidad del entorno era el preludio perfecto para una conversación profunda y sincera. Edel, con su calidez característica, nos recibió con un abrazo y nos hizo sentir como en casa. Nos acomodamos en su sala, rodeados de libros, discos y arte que reflejan su pasión por la vida, la poesía y la música.
Comenzamos nuestra charla con una pregunta que tal vez muchos se hacen:
¿Cuál es la importancia de la lectura y escritura artística en la sociedad actual?
Actualmente me parece algo fundamental, que además creo que está sucediendo y va en aumento. Desafortunadamente no en el mejor camino, pero sí en aumento. Estamos viviendo tiempos en el que citar a grandes autores es “cool”, al menos en el universo en el que nos movemos, ya no está bien vista la ignorancia, como nos quiso hacer creer Hollywood durante años, por eso pululan las páginas de citas y fotografías en blanco y negro de escritores. Y por otro lado creo que la gente está escribiendo más, desde el comienzo de la red ese fue un fenómeno interesante, dejamos de ser solo receptores de contenido, empezamos a crear también y a ser leídos, los blogs democratizaron la prensa, y bueno, por eso de pronto vimos un boom de poetas, cuentistas, novelistas que incluso las editoriales llevaron al libro físico y se convirtieron en fenómenos sociales. Hay quien afirma que “en estos tiempos hay cada vez más poetas y menos poesía”, y sí, me parece algo completamente cierto, pero tampoco me parece algo que esté mal, basta con no leerlos y ya, al final solo van a sobrevivir los poemas que conmuevan, que conecten con la gente, tal como ha ocurrido siempre a lo largo de la historia. Yo no disfruto ni tantito a todos estos escritores que hacen más “textos motivacionales” que poesía, esto de “mereces un desayuno hermoso porque eres una diosa, bruja guerrera” me mata de hueva ese tipo de textos, pero no podemos negar que tienen mucho público y una gran repercusión social, hay mucha gente que está necesitada de leer esa clase de cosas y llamarles poesía ¡y está bien! Están leyendo, están sintiéndose mejor consigo mismos y hay alguien atrás viviendo de escribir, viviendo su sueño. Me gusta pensar que seguirán leyendo y sintiendo y conectando cada vez más y poco a poco darán el salto a textos más elaborados, nadie empieza leyendo a Vallejo, todos empezamos por Benedetti y él amablemente nos abrió las puertas de la poesía (cosa que en lo personal siempre le agradeceré y leeré con cariño aunque ya no sea bien visto mencionarlo).
¿Cómo crees que tu arte puede impactar positivamente en la comunidad?
Después de 26 años en esto yo ya asumí que mi relación con la poesía es mucho más chamánica que académica. Es decir, no me interesan los premios, los círculos de poetas, las editoriales, yo escribo para sanar, para sanarme. Creo que si de verdad me aplico a eso puede ser que también le sirva a alguien más. Todos estamos viviendo básicamente lo mismo, el amor, el desamor, el deseo, la muerte, el dolor, la paternidad, es la misma experiencia humana para todos, así que tal vez el remedio que me funcione a mí pueda servir para alguien más. Puede ser que la luz que encuentre sobre x tema sea la que alumbre el camino de otro como yo. Por eso hice camisetas, tazas y todos esos utilitarios, porque para mí la poesía debe ser útil, debe estar al alcance de todos, debe ser la pausa de 10 segundos en el metro mientras leen qué dice tu sudadera. Los académicos hablan de la diferencia entre arte y artesanía, dicen que la artesanía tiene un propósito útil y el arte solo debe ser bello y ya, yo no lo veo así, el arte, en este caso la poesía, también debe ser útil, si no se vuelven malabares gramaticales nada más, un libro más multipremiado que nadie sacará de la biblioteca hasta que muera el autor.
¿Cuál es el papel de las instituciones artísticas en tu hacer?
Afortunadamente nunca las he necesitado. Bueno, tampoco es que me hayan buscado nunca o les haya hecho falta, pero para mí es un alivio poder decir que hice una carrera al margen de ellas. Actualmente es tristísimo ver a grandes artistas pegados al grupo en el poder para sacar una tajada de las instituciones culturales, a mí me daría mucha pena algo así. Creo que la responsabilidad como artista es siempre criticar al poder, cuestionarlo, se supone que tenemos más tiempo libre y por ende más tiempo para informarnos, leer, comparar, reflexionar, nuestra labor debería ser crítica, no aplaudidora. Pero bueno, son tiempos duros y me imagino que Jaime López tiene razón al decir que “la beca es de quien la trabaja”.
¿Qué opinas sobre el uso del arte como herramienta de marketing o publicidad?
¡Me encanta! Durante años tuvimos anuncios francamente estúpidos, misóginos, con cero profundidad y ninguna esperanza de parecer artísticos, pero de unos años para acá uno puede llorar con publicidad de aseguradoras, de leche, de automóviles. Esta nueva visión donde se busca conmover al mercado me encanta, esta publicidad tan “personal” y tan cuidada me parece una gran aplicación para el cine, la poesía, la música. Vivimos en tiempos de consumo, no vamos a cambiar eso, somos consumidores y estamos catalogados, somos moneda de cambio en las redes sociales. No es la mejor organización social pero es la que mejor nos ha funcionado como especie, tiene mil errores, puede mejorar muchísimo, todo eso lo veo, pero si de menos nos acercamos al cliente con un poco de arte me parece que eso “humaniza” de algún modo la transacción, nadie es inmune a la belleza, de algún modo eso sensibiliza, amplía el horizonte del consumidor. No es cinismo, pero creo que tenemos que empezar a asumir que el mundo ES de una forma, que es perfectible, pero no lo vamos a cambiar en una generación ni en dos, tenemos que darnos cuenta de que con estas reglas también podemos ganar algo nosotros, exigiendo un poco más, ofreciendo un poco más.
¿Cómo crees que la tecnología está cambiando la forma en que se crea y se consume tu arte?
Así como dicen que “la vida siempre encuentra el camino” me parece que a la poesía le pasa lo mismo. Hace poco leí que en tiempos duros, en tiempos de guerra, lo primero de lo que la sociedad prescinde es del arte, pero de todas esas civilizaciones que se han perdido por tiempos duros y guerras, lo único que quedó fue su arte, desde ahí las conocemos ahora y las estudiamos. No creo que el libro físico vaya a desaparecer, el ser humano lo tiene ya en el chip, el olor, el peso, la textura jamás será igual que leer en un Kindle, pero en el Kindle uno puede aumentar el tamaño de la letra y cargar 10,000 libros de viaje… así que unas por otras. Ahora, esa es la parte del consumo, la parte de la creación creo que está en un momento inigualable, tenemos todas las herramientas para crear, todos los cursos y talleres y secretos del mundo a nuestro alcance, hay más información que nunca y tenemos tantas influencias como nuestra mente sea capaz de digerir. Aunque claro, ya leí que ahora hay un “síndrome del impostor” que hace que “el creador” no cree nada porque no siente que valga la pena lo que hace… ese es el hombre poniéndose el pie, como siempre. Tenemos tantas herramientas que estamos inventando nuevos miedos para frenarnos, no somos perfectos, solo somos perfectibles, ese es nuestro trabajo como seres humanos, crecer, evolucionar, mejorar, compartirnos; mucho más siendo artistas.
¿Qué desafíos enfrentan los creadores como tú en el mundo actual?
Creo que son los de siempre: uno como artista independiente no tiene los medios, los medios de difusión siguen estando en las manos de los de siempre, se necesita muchísimo dinero para hacer una campaña que compita con las de la industria que sea. ¿Y para qué necesitamos la campaña? Para estar en el radar del consumidor final. Está comprobado que la música “que es un éxito” no es un éxito por su calidad, sino por la sobreexposición a la que se ve sometida el pueblo. Si en todos lados suena lo mismo es imposible que no “te guste”, te la aprendas y la consumas. Y el problema no es que esa canción exista y sea un éxito, jamás apoyaría ninguna propuesta que prohibiera un tipo de música (o de expresión), el problema es que hay gente que ve en eso su única opción, si no le muestras todos los caminos no hay modo de que elija uno distinto, ¿no? Y ahí es donde se necesitan los medios, para estar como un camino posible. Ahora, yo me he alejado mucho de todo eso porque me parece que los medios son medios, no fines. Muchos lo ven como el fin, estar en medios, ser “famoso”, estar en todos lados y hacer todas las colaboraciones que te sirvan para llegar “más lejos”… a mí no es algo que me interese, me gusta pensar en ir a un medio cuando tengo algo nuevo qué decir, cuando sirve de algo hablar, cuando tengo algo que promocionar, y en este estira y afloja hay que encontrar el equilibrio. Cosa que no creo haber logrado, al menos no todavía.
¿Cómo podemos fomentar la apreciación y el consumo del arte en la sociedad?
No hay modo de obligar a la gente a que se abra al arte. No con los medios tomados por el grupo que los tiene. Mientras se siga promoviendo como única opción la estupidez, la enajenación, es una batalla que tenemos perdida, y por eso precisamente es que vale la pena pelearla. Hay una diferenciación clara entre arte y entretenimiento, lo que nos ofrecen es entretenimiento, cosas para pasar el rato, apagar la mente y que no nutren en nada al receptor, eso nos hace mansos, mensos, dóciles, lo que necesita el sistema para seguir funcionando. Por eso precisamente es que cuando ves poesía en la secundaria te enseñan “el seminarista de los ojos negros” o “nocturno a Rosario”, porque saben que no vas a engancharte con ese tipo de poesía a los 13 años, si te enseñaran a Benedetti en ese momento te harías fan, te clavarías en la poesía y eventualmente te volverías un adulto pensante, crítico. La poesía tiene esa magia, te conecta a nivel emocional e intelectual, te hace un ser humano completo, que piensa y siente, y si eres ese tipo de humano claro que no vas a estar de acuerdo en lo que está pasando en el mundo, en lo que le están haciendo al pueblo, a las nuevas generaciones. El discurso actual en las canciones, series, películas, atenta directamente contra las bases de la sociedad, limita las aspiraciones de una generación que no tiene manera de defenderse porque las redes ya se encargaron de borrarles la capacidad argumentativa, todo es “me gusta” o no me gusta, incluso las emociones las redujeron a siete emojis. ¿Con qué armas podría defender un argumento en contra de eso un chamaquito? Aunque le resultara incómodo el mensaje a nivel primario, aunque no pasara por el raciocinio sino lo instintivo, no hay modo de que lo combata, de que entienda que ser relegado por raro es mejor a seguir a la manada. Así que la única manera es seguir proponiendo caminos alternos, no hay una fórmula mágica, seguir poniendo en todos lados una alternativa es nuestra guerrilla, la poesía no se enseña, se contagia. Leer poesía en voz alta es una manera de pelear contra el sistema, es bastante revolucionario, en el mejor sentido de la palabra.
¿Qué rol juega la educación en el desarrollo de las personas?
Es el único camino hacia un mundo mejor, la educación, el conocimiento. No necesariamente la escuela. Creo que el sistema educativo en este país está construido para perpetuar ese orden donde hay quienes se educan para ser jefes y otros para ser obreros, y con esta gente que nos gobierna actualmente se ha visto todavía más mermado, están diseñando un sistema educativo arcaico para justificar el retroceso del país, se está reescribiendo la historia de un país basándonos en los caprichos de una secta resentida y autoritaria. Eso no puede ser bueno de ninguna manera. El desprecio por la ciencia y la verdad solo nos puede llevar a la derrota y la sumisión. La educación debe ser un bien público, y un hábito constante, el que siente que “ya sabe” está perdido, más en estos tiempos en que el mundo avanza a la velocidad que lo hace. Todos los días tenemos cosas que aprender, temas que perfeccionar, ideas que replantearnos. Y no hablo solo del conocimiento que está en los libros, a nivel emocional creo que también tenemos mucho trabajo pendiente, deberíamos vivir con todos los sentidos conectados todo el tiempo, cosa que puede ser agotadora, lo sé, pero creo que solo así podremos hacernos una idea del mundo en que habitamos, sin entender los cambios estamos perdidos.
¿Consideras que tu arte es un lujo o una necesidad para la sociedad?
Es un lujo, Facundo lo dijo claro: “podemos hablar de metafísica porque ya hemos comido”. Necesidad es comer, alimentar a los tuyos, y como eso es cada vez más complicado, cada vez tenemos menos tiempo para el arte. Una familia en la que los dos padres trabajan, uno o dos trabajos porque los sueldos son ínfimos en todos lados, no van a tener tiempo para atender a sus hijos, así que los hijos van a ser criados por el teléfono, la tablet, la computadora, así como a mi generación la crió la tele. El asunto es que la tele, del algún modo aunque no fuera perfecto, tenía una regulación, había horarios y contenido “supervisado”, la red no. Aunque podrían estar haciendo un curso en línea para aprender italiano gratuitamente o viendo exposiciones virtuales de pintores famosos, o de menos jugando scrabble online, lo más seguro es que estén viendo contenido violento en TikTok o porno, o escuchando canciones sobre culos, pistolas y fajos de billetes. El arte no solo es un lujo, es un lujo que necesita de un guía, y eso cada vez es más complicado de conseguir si nadie se cuestiona nada. Por eso precisamente los portales como Zona Acústica son importantes, cuando tienes el gusanito de conocer y te encuentras un lugar donde ya hay “una curaduría” sobre lo que te interesa te instalas ahí y lo tomas como guía y acompañante, o al menos así era en mi generación, yo crecí comprando revistas de música, literatura y fotografía, más tarde leyendo portales como NME y Pitchfork, pero esa curiosidad la despierta siempre la influencia de alguien, te topas con alguien a quien quisieras parecerte “de grande” y te vas por ahí, a perseguir el sueño. El problema ahora es que los modelos a seguir no son los mejores, ni les interesa el arte.
¿Cómo te imaginas el futuro del arte de escribir?
Quiero pensar que eso no cambiará. El que tiene algo que contar encontrará la manera de hacerlo y los que tienen ganas de leer encontrarán el libro que les haga felices en ese momento. Tenemos desde el inicio de la historia contando historias, buscando el poema, traduciendo la poesía que nos rodea, no creo que eso vaya a sufrir cambios bruscos. Evidentemente las formas evolucionarán, como han hecho siempre, pero el fondo seguirá siendo el mismo porque como te comentaba, la experiencia humana es la misma para todos. Por ejemplo, ahora necesitamos hacer poemas más cortos porque la capacidad de atención del público es menor, estamos peleando todo el tiempo contra el teléfono, pero eventualmente nos adaptaremos a eso también, cuando pase la urgencia de estar “presentes” online volveremos a apreciar la vida real y los poemas serán más largos, y habrá más atención y más interés en lo que se cuenta. O tal vez seguirán siendo cortos, pero tendrán toda nuestra atención, no lo sé. Es complicado imaginar el futuro cuando todo cambia tan rápido y tan en todas direcciones. Por primera vez en 26 años de hacer esto siento que no entiendo hacia dónde debo ir, hacia donde puedo moverme haciendo lo que hago, siempre había tenido claro el norte, pero ahora que les da lo mismo escuchar a Peso Pluma o a Silvio, que no se tiene ningún problema en leer a estos poetas motivacionales o a Neruda, no entiendo dónde está el parámetro de belleza. ¿Será que finalmente triunfó el algoritmo y “lo verdadero” es lo que tiene más clicks? ¿Será que la belleza se definirá de ahora en adelante en un concurso de likes? ¿Lo que tiene más “me gusta” es lo real? Lo único que uno puede hacer es ser congruente, seguir haciendo lo que te hace feliz, lo que te da paz, lo que te puedes aplaudir. Hacer lo mejor que puedes con lo que tienes, – con lo que eres -, en cada momento es el único camino, todo lo demás son consecuencias.
Nos despedimos de Edel con una sensación de gratitud por su honestidad y su pasión. Su visión del mundo y del arte nos dejó reflexionando sobre nuestro propio papel en la difusión de la poesía y la literatura.
En Zona Acústica, nos comprometemos a seguir compartiendo las voces de artistas como Edel Juárez, cuya sinceridad y profundidad nos inspiran a mirar el mundo con nuevos ojos. Hasta la próxima conversación, seguimos aquí, luchando por un espacio donde el arte siga siendo un refugio y una trinchera.
Síguelo en su sitio web y redes sociales: EdelJuarez.Net