La Mula de Sietes: Juglares del Siglo XXI en la Feria del Libro
Bajo el cielo estrellado del Zócalo capitalino, iluminado por una imponente Superluna de octubre, la XXIV Feria del Libro se vistió de gala con la presencia de La Mula de Sietes, una agrupación que encarna el mestizaje cultural, la poesía de la migración y el poder de la palabra hecha música. No es casualidad que esta banda, cuyas raíces no están ancladas en un solo lugar, sino en muchos, haya encontrado en la Ciudad de México el espacio para dar vida a su propuesta artística. Ninguno de sus integrantes es originario de la urbe, pero todos han transitado por el camino de la migración, ya sea desde otros rincones de México o de Latinoamérica, una experiencia que ha nutrido profundamente su creación artística.
La Mula de Sietes es un tributo a los trovadores, a esos poetas y cantores que, como ellos, no se quedan quietos en un solo género o tradición. “Nosotros resaltamos la importancia social del trovador y el peso de su palabra en nuestros diferentes contextos. No solo como el cantor solitario con una guitarra acústica, sino su esencia, que puede estar incluso en una banda de rock”, afirman los miembros del grupo. En cada una de sus presentaciones, este concepto cobra vida, y en la Feria del Libro no fue la excepción.
El Arte de la Décima
La decima, una forma poética profundamente arraigada en la tradición oral, es el estandarte de La Mula de Sietes. A través de ella, la agrupación logra tejer un puente entre el pasado y el presente, como lo expresan en la obra de Frino, líder y alma del grupo:
“La décima es tradición, es pasado y es presente, es cerebro y corazón, es poema y es canción… es solsticio y luna llena, y estrofa que nos condena a cantar en libertad”.
Durante su presentación, las décimas de Frino resonaron en cada rincón de la plaza, acompañadas de aplausos y vítores que celebraban la fuerza de su lírica. La banda, conocida por fusionar géneros como el rock y el blues con los huapangos y sones jarochos, ofreció un espectáculo que conectó a la audiencia con sus raíces. La música fluyó con una energía vibrante que envolvió al público, transportándolos a través de un viaje que iba desde los paisajes sonoros de la tradición hasta los ritmos urbanos más contemporáneos.
La Migración como Arte
La migración, esa experiencia compartida por cada miembro de La Mula de Sietes, no solo ha sido un tema recurrente en sus composiciones, sino también una fuente inagotable de inspiración. Frino, quien creció sin una tradición local propia, encontró en las costumbres de otras regiones del país y del continente el alma que faltaba en su entorno. La Mula de Sietes es, en esencia, el resultado de esa mezcla, de esa búsqueda incesante por darle voz a quienes, como ellos, han transitado por múltiples caminos.
“Al crear la agrupación, no me propuse hacer algo rompedor o ecléctico. Más bien fue el resultado de esas limitaciones, de esa falta de tradiciones propias. Cuando conoces y dominas una tradición, puedes usarla como puntal en tu creación o negarla deliberadamente para formar algo nuevo desde su base”, explica Frino.
Una Noche Inolvidable
El concierto en la Feria del Libro fue un homenaje a esas raíces, a esas voces que han marcado a los integrantes de la banda en su travesía musical. Bajo la Superluna de octubre, los versos y acordes de La Mula de Sietes cobraron vida, envolviendo a una audiencia que, entre gritos y aplausos, se dejó llevar por la magia de la música. Desde sus canciones más emblemáticas hasta los versos improvisados de Frino, la noche fue una celebración de la libertad creativa, de la poesía hecha sonido y de la resistencia de las tradiciones orales en el siglo XXI.
El público, emocionado y vibrante, no dejó de ovacionar la entrega y la pasión de esta agrupación que ha llevado su arte más allá de las fronteras mexicanas, representando al país en escenarios tan icónicos como el Festival Día de los Muertos en Hollywood y el Festival Cubadisco en La Habana. La Mula de Sietes no solo es una banda; es un símbolo de las raíces que nos conectan, de la migración que nos define y del arte que nos une.